16/8/08

Nilsa Marín



A Nilsa Marín, gracias por regalarme un hijo.
Andamios levantados sobre la intranquilidad de mis desvelos,
escaleras diminutas, pinceles, pinturas, fino mármol,
acrílicos de variados matices y manos cansadas.
Reconstruyo con dulzura una copia de tu rostro adormecido
te has marchado sin una despedida. El tiempo que no avisa,
me deja solitario en ésta tu despedida final.
Existirá el nuevo encuentro ?
No me imagino continuar la lucha sin ti,
cabalgaré en esta jungla de cementos y de ladrillos rojos
en que han convertido a la capital de Temukoland,
nuestra brava e indómita tierra conquistada en el frío Báltico.
Es verdad que los vientos del Sur,
se parecen a estos escandinavos que calan los huesos.
Trabajo afanosamente en la reconstrucción de tu rostro adormecido.
Te dejaré mis libros, mi viejo baúl y una flor marchita
a los pies de este recuerdo de tu rostro angelical .
Sabrán los visitantes y los enamorados de tu huida inesperada.
Pensé que estabas en el medio día de tu existencia
y de un soplo, no solo se fue tu vida,
me arrancas el alma, en el ahora de estar sin ti.
Intento, más no puedo... Mostrar tu mejor sonrisa.
Será que en esta agonía, te has llevado todo de mí...
Me has dejado sin la esperanza de delinear tu fina mirada,
tus ojos petrificados, me niegan unas lágrimas de duelo.
Seguiré mañana en la construcción de tu rostro...
Quizás con el amanecer, despertaré de este sueño absurdo.
Y yo entienda que sigues viviendo... para amar a nuestro hijo.
Gracias por tan hermoso regalo.


Basado en una obra del artista chileno Aliro Delgado F.
Viajando de Santiago a Temuco, Chile 2007

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